Prevención de violencia de género en la infancia y adolescencia #Salud
La violencia es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”.
Entre los tipos de violencia que pueden experimentar niños, niñas y adolescentes, tenemos: negligencia, violencia física, psicológica, sexual, obstétrica y patrimonial.
La violencia de género, por su parte es la máxima expresión de desigualdad entre los géneros, y se ejerce en contra de niñas, adolescentes, adultas y todas las personas que no reproducen los patrones dominantes de la masculinidad.
En el Hospital Pediátrico Baca Ortiz, desde noviembre de 2018 hasta enero 2023 se atendieron 745 casos con activación del Código Púrpura; entre hombre y mujeres, todos menores de 16 años.
Existe una relación directa entre los embarazos no intencionados y la violencia sexual. En el Ecuador en los últimos tres años 13.969 mujeres fueron violadas, esto nos da un promedio de 11 violaciones por día. 17 mujeres murieron a consecuencia de la violación, 449 fueron violadas por agresores que son familiares, representantes legales, curadores, ministros de culto, profesores, personal de la salud. 718 víctimas tenían menos de 10 años, 40 contrajeron una enfermedad mortal y 128 quedaron con una lesión física o psicológica permanente. Por otro lado, el embarazo en niñas y adolescentes históricamente ha sido naturalizado e invisibilizado por estigma, ocultamiento y falta de información. Por lo que es importante señalar que, el embarazo en niñas y adolescentes, especialmente el que ocurre en menores de 14 años, tiene relación directa con la violencia sexual, y constituye una violación de derechos humanos. (Lineamientos para la Atención Integral y Acceso Efectivo a Interrupción Voluntaria del Embarazo por violación. Febrero 2023 MSP)
Las estadísticas que presenta la FGE (2021) sobre delitos sexuales y más concretamente del delito de violación, demuestran que en los últimos cuatro años hubo un incremento del número de víctimas que reportaron los hechos ante la institución. En 2016 se registraban 4.884 víctimas de violación, en 2017 eran 5.045, en 2018 llegaban a 5.667, en 2019 a 6.034 y en 2020, año en que se desarrolló la emergencia sanitaria la cifra se redujo a 5.450 (Gráfico 1). Esto no significaría que el delito ha disminuido, sino que representaría la imposibilidad de las víctimas y sobrevivientes de avisar el cometimiento del delito. En especial, cuando en los meses más difíciles de la pandemia (marzo, abril y mayo) se registraron entre 345, 152, y 273 víctimas de violación; la media de reportes de víctimas de violación fue de 454 reportes mensuales en el año 2020
- Sienten culpa y vergüenza
- Tienen miedo a las consecuencias
- Tienen miedo a ser acusados de complicidad
- Evitan ser estigmatizados y rechazados
- Carecen de interlocutores dispuestos a creerles
- Reciben amenazas
- Pueden tener un vínculo emocional con su agresor
Reglas Generales de Prevención:
- Fomentar una relación de confianza, elevando siempre su autoestima
- Escuchar activamente
- Enseñarles cuáles son sus partes íntimas
- Decir que nadie puede tocar sus partes íntimas
- Hay que explicar que si alguien le toca no debe quedarse callado/a
- Privarles de imágenes, palabras y escenas no apropiadas
- No dejarlos mucho tiempo solos
- Asegurarles un ambiente de protección y cuidado
- Animarlos a decir “NO” cuando no desean ser tocados
- Enseñarles las diferencias entre buenos y malos secretos
Dra. Gabriela Peñaherrera
Ginecóloga Infanto Juvenil HPBO